Para desayunar, comer, a media tarde, o para una cena ligera, en cualquier momento, este sencillo y sabroso sándwich de huevo, es un polifacético de la cocina, perfecto para hacerlo con niños, o para principiantes en la cocina, ventajas todas, no solo por su bajo coste, o su “camaleónico” poder para disfrutarlo a cualquier hora, ni por su sencillez para prepararlo, además, la facilidad para adelantar su producción, ya que, podemos tener lista con antelación la “ensalada”, es decir, el relleno, para que a última hora tostemos el pan y rellenarlos, de modo que podremos disfrutarlos, como recién hechos. Ideales para celebraciones y si te sale la vena inglesa, para tomar el té, o por simple capricho y como en toda receta usada por todo el mundo, sus variaciones son interminables. Ésta es de las recetas más básicas del mundialmente famoso sándwich de huevo, yo, aprovechando que tengo un hermoso cebollino en flor,…