Al parecer la palabra anticucho, tiene un origen del Quechua, idioma Inca y que es la unión de dos palabra, anti (andes) y uchu (mezcla), dando con el tiempo una sola palabra, Anticucho. Su consumo data de la época pre colombina, antes de la conquista y en su origen se hacia de carne de llama, que, con la llegada de los españoles se añadieron los ajos a la preparación, además de importar el método árabe de la carne ensartada en palos, los conquistadores también a los esclavos negros, que en la época colonial…
Comida callejera II, el alma del pueblo
La ventaja de este tipo de comidas, más allá de su sabor tan peculiar, es sin duda, sus precios populares, la rapidez del servicio, el trato directo entre cocinero y comensal, donde muchas veces es una estrecha relación y por último, el proceso de producción de tu comida, está justo delante de tus ojos, hay quien dice, que otro valor añadido de esta comida, es que, muchos de los puntos de venta de esta comida no cuentan con cámaras frigoríficas, por ende, sus productos, tienen que ser extremadamente frescos. No es cosa de broma…
Comida callejera I, el tuétano de las ciudades
Sin lugar a dudas, la mejor manera de conocer un pueblo y su idiosincrasia, es a través de su comida, esto, es todo cultura señores. Pero claro, hay muchas formas de probar su comida, lo que hacemos normalmente cuando viajamos, es ir a lo seguro, es decir, a cadenas de restaurantes que ya conocemos o a restaurantes locales de “alto standing” o preparados para los turistas y esta, no es la esencia de la comida de un pueblo, quiero decir, que, estos establecimientos están preparados justamente para eso, para los turistas, y en muchos países, la mejor comida está en la calle y nunca, a no ser que tengamos conocidos del lugar en el que estamos y sepan cocinar como deben los platos de su ciudad, vamos a conocer el “alma” gastronómica del lugar que visitemos, para esto, debemos arriesgarnos a comer la comida que se vende en la “calle” y sabrás de lo que te estoy hablando…