El pesto rosso o siciliano (alla siciliana, pesto rojo) es una verdadera exquisités para el paladar y aunque se use básicamente para pastas también sirve sobre verduras o patatas cocidas, puedes usarla en infinidad de platos, desde sopas, aves, pescados, platos de asados o al vapor, sirve hasta como un aperitivo con tostadas pequñas o unos grissinis. Posee un intenso sabor gracias esos tomates deshidratados, tengo que confesar, si no lo hice ya en algún post anterior que estos tomates deshidratados son un ingrediente fetiche en mi cocina, de sabor profundo e inolvidable que son la base de esta salsa y se conjugan de manera perfecta con el queso, ajo y demás ingredientes dando como resultado una pasta tan sabrosa que llevará tus platos a otro nivel. La historia nos dice que el pesto tiene su origen en 1856 Génova, donde en la edad media en la propia capital de Liguria, ésta preparación era conocida como agliata hecha de manera muy similar al pesto de la actualidad, con ajos y nueces triturados, que a su vez es muy similar a una pasta que ya preparaban los antiguos romanos y que conocían como moretum, hechas a base de queso, sal, ajos, hierbas, aceite y vinagre…