Como todo miedo o fobia hay cosas que son incomprensibles como problema psicológico per se, no lo digo simplemente para aquellos que nos gusta disfrutar de alguna copa de vez en cuando, más de vez que en cuando, pero… Tú ya me entiendes. Y es que la Metifobia, el incomprensible miedo a las bebidas alcohólicas tiene que causar varios problemas, supongo que sociales, pero, vamos a conocer más sobre este curioso miedo.
Lo dicho, la metifobia o methyphobia, es el irrefrenable e incomprensible terror al consumo de bebidas con alcohol. Para referirnos a este problema, más habitual de lo que crees, se usan palabras como sinónimos o alguna otra ramificación similar a un producto en concreto como la dipsofia, miedo a beber, refiriéndose al consumo del alcohol, la Oenofobia o enofobia si queremos referirnos específicamente al miedo enfermizo al vino, en todos los casos, un problema serio.
Ahora bien, me aborda una pregunta extraña, ¿Qué pasa si una persona tiene un trastorno de la personalidad o bipolaridad y padece metifobia y “la otra parte” de su ser sufre de lo contrario, es decir, Oenofilia, la Cenosillicaphobia o algún miedo similar? Existirá esta persona, eso sería agotador e ingobernable en una persona, no crees.
Los síntomas que se presentan en una persona con este problema más allá del miedo pueden ser sudoraciones, angustia, ansiedad, nauseas, taquicardias y hasta problemas respiratorios y se producen no solo con el consumo de bebidas alcohólicas sino también con la simple presencia de estas a escasos metros de quiénes lo sufren. Con solo ir a un bar o en un evento social, la presencia de estas bebidas pueden provocar este miedo a las personas que lo padecen.
Como cualquier otra fobia, estas parten de un miedo sin control y desmedido que parten de algún trauma sufrido por quienes sufren este miedo o por personas cercanas a ellos que han sido afectados por problemas alcohólico. Este trauma debe ser solucionado por profesionales del ramo de la psicología.