Para disfrutar de un vino no hace falta hacer diversos Tipos de cata, ni saber como hacerlas todas o al menos las más habituales, sin embargo si quieres ir más allá, como calificar un vino con una puntuación o hacer acotaciones profesionales lo mejor es saber para que sirven cada una de estas catas y cual es su fin, En Gastronoming te indicamos como hacerlas ya que también son muy útiles para “jugar” aprendiendo y ejercitar nuestra memoria olfativa así como también nuestro paladar.
A continuación te presentamos las catas más comunes, ya sean hechas por profesionales o por simples degustadores o bebedores sociales, no te asustes, todos o casi todos deberíamos tener la capacidad de hacerlas, solo hace falta mucha práctica y algunos conocimientos básicos para que empieces, al lío.
Cata hedonista Es la degustación que hacemos por disfrute, una cata sencilla para notar si el vino tiene algún defecto para posteriormente solo dedicarnos a su disfrute. Por ejemplo: Probar el vino antes de servirlo en una cena; Una cata posterior a la visita de una bodega con algún tentempié; Disfrutar de un vino como aperitivo…
Cata técnica Es un cata profesional, aquella que se lleva a cabo para sacar defectos o encontrar las mayores virtudes de un vino, es usada por enólogos, sumilleres, periodistas especializados… Y es necesaria para describir un vino de manera técnica, normalmente se hace rellenando una ficha técnica para cada vino que se prueba. Por poner algunos ejemplos, estos pueden ser: Cuando un sumiller prueba el vino para notar si tiene algún defecto para posteriormente servirlo a los comensales; La cata que hace un periodista especializado para puntuar un vino en una guía; Un enólogo catando su vino para saber si necesita más tiempo en barrica…
Cata vertical Esta es la cata de un mismo vino de distintas añadas de una misma bodega, se realiza para notar la evolución en la elaboración de un vino, además de ver como se comporta este con el paso de los años. En muchos casos, esta “evolución” es útil para saber como se pensó el vino y hacia dónde lo quiere llevar el enólogo, en muchas añadas el uso de una variedad en concreto puede que no se use en el ensamblaje de variedades del vino ya que no estaba en las condiciones que al bodeguero le hubiesen gustado, o simplemente cambia el porcentaje de los varietales que componen el vino, incluso el tiempo que pueda este pasar en barrica o en botella, al final se va probando año tras año los cambios que el productor hace para perfeccionar su creación o simplemente para saber cuál es la mejor añada de un vino en particular. Ejemplo: Cata de Penfolds Grange añadas 1989, 1992, 1994, 1995, 1998 y 1999.
Cata horizontal Al contrario de la cata vertical, una cata horizontal puede hacerse de varias maneras, es decir, podemos hacer una cata horizontal con solo uno o algunos parámetros en común del vino, por ejemplo, podremos hacer una de estas catas si probamos varios vinos monovarietales de Malbec de una región determinada; Tintos Syrah del mundo; La gama de vinos que nos ofrece una bodega, también nos sirven otros ejemplos como: Vinos con crianza de la Ribera del Duero; Blancos con barrica del Loira; Tintos de Burdeos del ´95; Cata de vinos de suelos minerales; Vinos solo criados en cubas de hormigón… Esta cata es usada básicamente para notar las diferencias entre los vinos que elegimos para la cata, pero que guardan una o algunas características en común y compararlos unos con otros.
Cata maridaje Es aquella cata preparada con antelación por un sumiller y un cocinero para resaltar los beneficios de acompañamiento del vino con platos de comida, así como las cualidades organolépticas de los alimentos acompañados, un claro el ejemplo de porque el vino debe ser tratado como un alimento y no como un mero “acompañante” de la comida. Estas combinaciones deben ser probados previamente para elegir un vino con cada plato, normalmente pequeñas raciones, de lo contrario puedes tener una cata con resultados desastrosos, es muy normal que a lo largo del menú se utilicen diversas bebidas, no solo, aunque también es posible hacerlo solo con vino, como por ejemplo: Ceviche clásico de corvina salvaje – Manzanilla en rama Lustau; Mousse de langostinos, aguacate y kumquat – San Amaro blanco albariño sobre lías; Tartar de magret de pato y salsifís – L.A. Cetto Petite Sirah; Civet de ciervo con parmentier de boniatos – Château le bon Pasteur merlot, cabernet franc; Macarons de chocolate, te verde y pistachos – Niepoort 20 años Old Tawny…
Cata histórica Similar a la cata vertical, se usa para degustar vinos, normalmente de manera técnica, vinos de añadas descatalogadas comercialmente hablando por falta de stock, muchas veces estas pueden hacerse solo con ayuda de las bodegas ya que son las únicas que podrían contar con dichos vinos en sus bodegas, estas catas pueden hacerse con vinos de alguna añada mítica; Vinos tintos de la región Montepulciano cosecha 1975… O alguna cata histórica vertical con vinos de las mejores añadas del Opus One D.O. California, por citar algunos ejemplos.
Cata a ciegas Es la cata más honesta que podemos hacer, con ella no podremos sugestionarnos por la marca, procedencia, variedad (es) incluso por el color del vino ya que no sabemos lo que catamos, es decir, no debemos tener conocimiento del productor, en ocasiones no tenemos conocimiento ni del producto que vamos a catar, esto se hace para dejar todo en “manos” de nuestros sentidos, sobre todo del paladar y olfato que sin información externa deberíamos ser capaces de notar posible defectos y virtudes del vino, solo debemos fiarnos de nuestros sentidos, estas catas se hacen con las botellas cubiertas por completo y ser sirven las bebidas en copas negras, completamente opacas para anular el sentido de la vista y así eliminar posibles sugestiones visuales.