Memoria olfativa, cuestión de narices

La memoria olfativa, como su propio nombre lo dice, son aquellos recuerdos que poseemos de los aromas ya percibidos con anterioridad, pero ojo, cada persona tiene los recuerdos olfativos de diferente manera, es decir, los aroma te pueden recordar a una cosa, lugar, momento o incluso una compañía especifica en un momento determinado, muchos de estos recuerdos nos vienen desde la niñez y gracias a que no todos hemos tenido la misma infancia, podemos diferenciar nuestros recuerdos de otras personas oliendo la misma fragancia. Por ejemplo, en una ocasión impartiendo una cata de vinos a gente no profesional del sector, en la fase olfativa de un vino blanco, le insentivé a que den rienda suelta a su epitelio e imaginación y me dijesen, no importa lo descabellado que les suene, los recuerdos de aromas que les producía un vino y empezaron tímidamente, la verdad, creo que se tomaron mucho en serio lo de la imaginación, ya que en verdad, el vino es mas sencillo que todo lo que me decían, hasta que una señorita, muy callada ella hasta que como si de un impulso se tratase, casi grito, esto me huele a champú, un breve silencio y empezaron las risas, con lo que le había costado a la chicha siquiera hablar, interrumpiendo las risas dije, alto, un momento, ¿Pero de qué se ríen? dije rápidamente atajando las risas, todos en silencio y mirándola, si a ella le huele a champú sus razones tendrá, vamos a ver, esto se soluciona con una pregunta fácil y rápida pensé, Dime, dirigiéndome a ella le pregunté, ¿De que es tu champú? a lo que responde con soltura, pues es el de manzanas!… justo lo que quería oir, entonces tu recuerdo olfativo en realidad es de manzanas y gracias a los aromas añadidos de extracto de manzana en tu champú has llegado a ello, quiero decir con esto, que normalmente no les prestamos interés a los olores y aromas con los que nos encontramos día a día y esto es lo que nos puede crear este tipo de confusiones, además de al percibir un aroma, estar seguros de saber cual es, pero no sabemos decirlo, aromas tan comunes y fáciles de identificar por la mayoría de mortales como los de manzanas, melocotón, fresa o canela, que dicho sea de paso, este último, según los científicos, es el aroma más fácil de reconocer por el ser humano, pero metiéndonos una cucharada de canela a la boca con la naríz tapada, seríamos incapaces de reconocerlo, desde luego el poder del olfato para reconocer los aromas es más que necesario e importante, para la identificación de estos, sin la naríz no somos nada, sin duda esto es cuestión de narices.