El tuétano es un verdadero manjar, posee gran cantidad de minerales y vitaminas, contiene menos colesterol que la propia carne, rico en ácidos grasas escenciales siendo en su mayor parte grasas monoinsaturadas, es muy fácil de preparar y escandalosamente barato. Podrás ponerlo en medio de la mesa como aperitivo y compartir, o como primer plato, incluso como un plato de fondo si pones buena cantidad, pero, la gracia es que un sabor tan espectacular como el del tuétano te lo comas de a pocos, así conservará su gracia y privilegio de no cansarte por comerlo muy seguido. Usa un hueso (partido en 2) por persona, de aquí te saldrán 4 o 5 tostaditas bien untadas, suficiente para no empalagarte y quedarte con las ganas para otro día. También puedes asar los huesos en una parrilla, solo ten cuidado de no pasarte, ya que el tuétano se irá soltando del hueso…