No hace falta haber trabajado en la NASA para hacer un Cochinillo asado, bueno cualquier asado, solo hay que controlar los tiempos, la temperatura, humedad y ¿Cómo no? el sabor, y me refiero al sabor más allá del propio animal que vayamos a asar, es decir, los sabores que vamos a sumar al asado. Existen miles de maneras de hacerlo y posiblemente todas sean válidas, siempre y cuando no echen a perder la esencia del asado, ya sea por secar la carne, quemarla, variar tanto su sabor que no sepamos lo que estamos comiendo entre las principales. Ahora sí tienes que escucharme, esta receta siempre la hago en casa, así que si hay algo que no me importa en esta ocasión, es tu opinión, la hago así y punto, a propósito, a esta receta le llamamos Cochinillo tigre, no quiero hacer un cochinillo estilo segoviano, ni nada que no sea esta receta, que por cierto es muy sencilla y con un aderezo que es según mi forma de ver…