Muchas veces nos olvidamos de algo fundamental: Nuestra salud. Como personas ocupadas que somos, tenemos una rutina que repetimos día tras día: nos levantamos, corremos al trabajo, revisamos correos, contestamos más correos y volvemos a tener mil cosas pendientes que hacer.
No comemos con calma, comemos cualquier cosa, y esto es porque tenemos cosas más importantes que hacer, así que nos conformamos con darle un bocado a nuestro sándwich mientras tecleamos en nuestro escritorio. Pero, ¿en serio eso es lo mejor que podemos hacer? ¿Podríamos adoptar hábitos alimenticios que…