La pregunta parece tener fácil respuesta para determinar que en el caso de la Mantequilla o aceite de oliva ¿Cuál es más conveniente? pero quizás cambies de parecer al leer este artículo, por lo menos verás los productos de distinta manera ya que con tanta información que recibimos a la hora de comer, es difícil saber que nos conviene más. Hoy en día existen montones de dietas y tendencias nutricionales que pueden ser beneficiosas para algunos y no para otros, por lo que es importante saber identificar que es bueno para nosotros y que no. Por un lado, debes saber acerca de los ácidos grasos, que se encuentran en el aceite de oliva, más no en la mantequilla. Pero también hay casos en que la mantequilla es buena para ti.
¿Confundido? No te preocupes, es normal, pues estamos acostumbrados a los extremos de la dieta, sacando ciertos alimentos de nuestra cocina para siempre, y alabando otros. Pero tal vez haya llegado el momento de considerar un cambio, ya que el balance está en saber elegir un alimento por sus propiedades y beneficios en el momento de cocinar y comer.
Estas son algunas ideas para saber diferenciar cuando debes consumir mantequilla y cuando debes consumir aceite de oliva:
Origen: la mantequilla es un producto de origen animal, un producto lácteo que contiene un 70 por ciento de ácidos grasos saturados. El aceite de oliva es una grasa de origen vegetal—un líquido extraído de la aceituna—que contiene alrededor de 50-80 por ciento de ácido oleico (omega 9), un 4-18 por ciento de ácido linoleico (omega 6), y menos de 1 por ciento de ácido linolénico (omega 3), además contiene un 10-15 por ciento de ácidos grasos saturados.
Tipo de grasa: como ya se mencionó tanto la mantequilla como el aceite de oliva contienen alto contenido de grasa, lo que debemos saber es qué tipo de grasa tienen. Mientras que la mantequilla en exceso puede aumentar los niveles de LDL (colesterol malo), el aceite de oliva aumenta el HDL (colesterol bueno). Ten en cuenta también que la mantequilla tiene grasa de origen lácteo, por lo que no es aconsejable para personas con intolerancia, y el aceite de origen vegetal suele ser más fácil de digerir. También debes tener en cuenta que la mantequilla te ayuda a que el cuerpo absorber otras grasas que de lo contrario se quedarían en él, por otra parte, también influye el tipo de aceite de oliva que consumes.
Puntos de humo: esto se refiere a la temperatura en que tanto la mantequilla como el aceite de oliva comienzan a humear y empiezan la descomposición química. Por un lado, el aceite de oliva tiene un punto de humo de 210ºC, mientras que la mantequilla tiene uno de 110ºC. En este caso, el punto de humo es importante a la hora de cocinar, pues si vas a freír, o si vas a asar, el calor varia y también puede ser el tipo de grasa que utilices. Si quieres saber más sobre otros aceites y sus puntos de humo, dirígete a nuestro post Conociendo los aceites.
Tu dieta: por lo general, el aceite de oliva es considerado el producto número uno para cocinar, pues es más saludable y beneficioso para tu corazón. Sin embargo, la mantequilla puede ser buena para ti si tienes cierto tipo de dieta. Por un lado, aquellos que buscan vivir en quetosis, se benefician más de la mantequilla por su alto contenido de grasa animal, pues es parte de su régimen dietario que se basa en el consumo de proteína animal y grasa. Pero si quieres cuidar más tu corazón, bajar de peso, o reducir tu colesterol, el aceite de oliva es primordial para ti.
Recuerda que al final del día ninguno de estos dos se debe consumir en exceso, pues ambos pueden ser contraproducentes. Ten en mente que tu cuerpo es distinto y conocer su composición y sus necesidades es importante a la hora de tomar decisiones acerca de lo que consumes. La próxima vez que vayas a hacer las compras, para un minuto y piensa en estos puntos para poder tomar una decisión más adecuada para tu dieta y tu salud.