Esta bebida convertida hoy en un clásico moderno de la coctelería ve la luz por primera vez en Cuba, su creación se le atribuye a Sir Richard Drake allá por el año 1586, este personaje, en ocasiones al servicio del corsario inglés Sir Francis Drake, es a quien hay que agradecerle la creación del cóctel, ya que, en su origen y en honor a su creador esta bebida en Cuba era conocida como Draque, Drak o Draquecito, luego con el tiempo pasa a ser llamado Mojito. En sus orígenes esta bebida era a base aguardiente, azúcar y lima, era servida con una cuchara de madera y se creía que tenía bondades curativas, no solo por la menta sino también por la lima, que como se sabe, era imprescindible para combatir el escorbuto, enfermedad que arrastró con la vida gran cantidad de marineros debido a su grave falta de vitamina C por no consumir cítricos y fruta fresca durante sus largas travesías.
En los años 30 se le añaden piedras de hielo y posteriormente con la mejora de la elaboración y refinamiento del ron y gracias a Frederick Villoch en 1940 este es usado como licor de base reemplazando al aguardiente, hoy en día la forma más común de servirlo es con hielo picado, aunque en Cuba siempre es preparado con hielo en cubos, un hielo de cubos muy pequeños conocido como hielo americano, además de agua con gas y zumo de lima, esta es la receta original, pero no es hasta la aparición de La Bodeguita del Medio (Casa Martinez en 1942 inaugurada oficialmente como La Bodeguita… en 1950) ubicada en la calle Empedrado de La Habana vieja donde el Mojito adquiere su gran fama. Es en esta taberna de barrio dónde se empiezan a vender al público, el bar va ganando popularidad internacional a la vez que la bebida, es aquí en la B del M donde podemos leer en una de sus pintorescas paredes llenas con cientos de fotografías y pintarrajeadas por sus ilustres visitantes como Nicolas Guillén (poeta cubano que fue el pionero en estampar su rubrica en una pared) Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Ava Gardner, Nat King Cole, Errol Flynn… Con poemas, odas y frases dedicadas al Mojito, como la de un cliente habitual, el escritor estadounidense Ernest Miller Heminway que decía, My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita.
Para ser sincero, la primera vez que probé un Mojito, fue en la mismísima Bodeguita del medio, no me gustó, ya que la demanda de esta bebida es tal que las preparan en cantidades industriales a ritmo de redoble de tambores, sin el tiempo ni cariño necesario y me tocó una hierbabuena tan fresca que me tocó con raíces e incluso con tierra que aparecieron en mi vaso y eso de refrescante POCO para ser sincero. Como toda receta, esta no está exenta de ligeras variaciones por costumbres o gustos, pero créanme cuando les digo que el Mojito tradicional, no, y repito, NO! Se prepara con agua tónica, 7up, azúcar moreno, gaseosa, ginger ale o Sprite como se lee por ahí, a continuación, la receta de lo que hoy en día es conocido como un Mojito en cualquier bar que se precie.
RECETA Nº 123 – MOJITO
- Raciones: 1 Vaso grande (Vaso tumbler o long drink)
- Dificultad: Fácil
- Preparación: 2 minutos
- Cocción:
- Coste: Bajo
- Tipo: Bebidas
- Familia: Cócteles
- Sub Familia: Ron
- Cocción:
INGREDIENTES
- 6 cl Ron blanco
- 2 cs azúcar blanco
- 4 ramitas de hierbabuena o menta fresca (8-10 hojas) + una ramita para decorar
- 1 lima cortada en gajos
- Soda o sifón (cantidad necesaria)
- 8-10 cubitos de hielo americano o hielo pilé (frappé)
- 1 rodaja de lima para decorar
PREPARACIÓN
1. En el vaso colocamos el azúcar y los gajos de lima, con ayuda de un Muddler o mortero, los machacamos bien hasta triturar las limas, extraemos el zumo de las limas hasta amalgamar bien con el azúcar.
2. Añadimos 2 hojas de hierbabuena, trituramos un poco más.
3. Agregamos el hielo, añadimos el ron y con ayuda de una cuchara removemos bien el fondo y con las manos, como aplaudiendo, golpeamos el resto de hojas de hierbabuena y las añadimos al vaso.
4. Terminamos llenando el vaso con sifón o soda, decoramos con la rodaja de lima y unas hojas extra de menta.
NOTAS
El resultado, una bebida de culto, un mojo refrescante y de trago largo. Hay a quienes le gusta el Mojito criollo, solo tienes que añadir unas gotas de amargo de angostura, para muchas otras personas, su punto mas refrescante es cuando mastican las hojas de hierbabuena, al fin y al cabo es una hierba familia de la menta, también puedes disfrutar de nuestra versión más particular, nuestro Mojito de fresa y albahaca. Claro está que la mejor manera de disfrutarlo es en un día caluroso acompañado de un gran habano y de fondo la música de algún trovador, ay! que recuerdos… En mi viejo San Juan…
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