Existen muchas falsas creencias en torno al vino, nada más perjudicial para los amantes y aprendices del vino que una mala información al respecto, estas creencias populares transmitidas de generación en generación o creadas por gente que “supone” que lo que cree es lo correcto las venimos escuchando en incontables ocasiones y solo hacen daño al correcto consumo de esta grandiosa bebida. Aquí te dejo 20 mitos y leyendas en torno al vino, así sabrás lo que no está bien.
1. Mientras más añejo mejor Pocas cosas pueden ser más falsas que esta afirmación. Hay que tener en cuenta que el vino es un “producto vivo” y como todo “producto vivo” tiene su línea de crecimiento, plenitud y declive, es decir, nada es para siempre, si hacemos caso a este dicho, todos debemos guardar nuestras botellas para que mejoren, es más, hay vinos que el guardarlos pocos años les perjudica enormemente.
2. El blanco está bueno, si es del año Si escuchan a alguien en la mesa decir esto, por favor, por ningún motivo le dejen elegir el vino. También existen vinos blancos con crianza en barrica o rposo con sus lías y muchos necesitan una mediana o prolongada guarda en botella. Muchos vinos blancos también mejoran sus cualidades con la guarda adecuada. Irónicamente, uno de los mejores vinos del mundo y de los que más tiempo aguantan una correcta guarda, es un vino blanco, el Château d´Yquemy hay que ver ver como está el susodicho.
3. Déjalo que respire Se mal cree que todos los vinos deben airearse, jarrearse o decantarse, incluso en muchas botellas leerás: “Se recomienda abrir la botella, una o dos horas antes de consumirla”. No hay que ser científico, de hecho, basta con tener lo mínimo de sentido común para darnos cuenta que por el agujero de la botella no va a entrar mucho aire para que respire y ¿Con cuánta cantidad de vino va a tener contacto ese aire? no solo eso, es que no más de un 12-15% de los vinos deben ser decantados para una correcta oxigenación, a muchos vinos al decantarlos podríamos estar “matándolos” en el acto. Para estos vinos una copa adecuada y llenándola a un cuarto de su capacidad será su mejor “decantador”, agitando suavemente la copa tendrá el aire suficiente para despertar de su “letargo de guarda”.
4. Solo los expertos pueden disfrutar del vino ¿tengo que ser cocinero para disfrutar de la comida? ¿Ser pintor para entender de arte? claro que no, el primer paso para saber de vinos es tan sencillo como saber si lo que estamos bebiendo nos gusta, o no? si te gusta el vino, solo disfruta con eso, el resto del conocimiento irá llegando con la experiencia. Siempre digo que hay dos maneras de saber de vino, leyendo mucho del tema y bebiendo mucho (en tiempo claro, no vale estar borracho todo el día de vino) si haces las dos, tus conocimientos se ampliaran rápidamente.
5. Ponle una cuchara para que no se vaya el gas Aunque suene a broma, en muchas partes, existe la creencia que, si introducimos una cuchara por el orificio de una botella de vino espumoso, no se “irá” el gas del contenido que aún queda dentro. Una de estas botellas tiene entre 3 y 4 atmósferas de presión, más que un neumático! pero, ¿Qué poder tan extraño tiene la cuchara para evitar que el gas no se vaya? no hay que terminar la educación básica en el colegio para darse cuenta que esto no va a funcionar, el gas se “irá” de todas, todas, tal vez, la creencia se origine por otra cosa, ya que al poner la cuchara y guardar la botella en frío, ya que el frío si bien no evita que se vayan las burbujas, si disminuye su ritmo de extinción, aunque sea muy poco.
6. Viendo el color del vino se si está bueno Sí y oliendo tu perfume se lo necio que eres. La única manera de saber si el vino esta bueno es probándolo, aunque es posible detectar defectos en la fase olfativa. Ésta es otra persona a la que no hay que dejar, bajo ninguna circunstancia pedir el vino.
7. Si huele a estiércol está malo Es no es del todo cierto, aunque ese aroma está considerado como un defecto cuando es absoluto, las suaves notas de este aroma en ciertos vinos le aportan complejidad, de hecho, en algunas regiones productoras estos aromas que son causados por una bacteria de las levaduras que se usan para la producción del vino llamadas Brettanomyces son una característica principal de los vinos de la región.
8. Si huele a huevo podrido, el vino está malo Esto sucede con la botella recién abierta y normalmente este olor debe disiparse al servir el vino aireándose ligeramente, este aroma es producido por el ácido sulfhídrico, que puede ser causado por el azufre añadido a la uva antes de la fermentación, por la propia fermentación de los mostos o por las barricas quemadas.
9. Oliendo el corcho se si el vino está bien Al igual que viendo el color, hay que probar el vino para saber si está bien. El corcho normalmente debe oler a vino, hay veces que huele a corcho, pero no es indicativo seguro de que el vino esté afectado con la enfermedad del corcho, conocida como TCA o tricloroanisol que es causada por la degradación de los triclorofenoles o TPA del corcho.
10. Los vinos jóvenes son los de peor calidad Primero, debemos saber que según la normativa de la región en la que se produce el vino puede permitir vinos jóvenes con barrica o no, esto quiere decir que no por poner joven en la etiqueta quiere decir que no haya tenido crianza en barrica y además siendo considerados jóvenes, estos pueden tener una calidad altísima, segundo, si hacemos listas de los 10 mejores vinos de cada región o país productor, seguro encontraremos más de un vino joven en esas listas, de hecho, en países como España, según una de sus guías de vino más influyentes, de los 10 mejores vinos, 8, sí 8 son vinos considerados como jóvenes.
11. Cuánto más caro mejor! Eso será si te sobra el dinero y compras todo basándote por la misma regla. Existe un término conocido como la “relación calidad precio” y se usa para obtener el mejor producto al menor precio posible o por lo menos un precio justo, la gente acostumbra mucho a confundir precio con valor, son dos cosas completamente diferentes, existen vinos de precio 3 y de valor 10, como también ocurre al contrario. Aquí es muy importante saber ¿Para qué? o ¿Quién? queremos el vino y según su uso, tendrá mayor o menor valor para satisfacer nuestras necesidades.
12. El vino blanco es para pescado y el tinto para carnes Este es otro falso dicho respecto al vino. El fin de un buen maridaje se basa en complementar un vino a un plato o un plato a un vino, indistintamente, ambos deben potenciar sus sabores y estar bien complementados. Por poner unos ejemplos, un vino blanco puede estar bien maridado con alguna carne roja con un método de cocción sencillo como al grill o plancha, poco especiado o sin salsas y un vino tinto con algún plato de pescado graso o con salsas de mariscos, recuerda que los mariscos tienen mucha potencia de sabor.
13. Un sello de un concejo regulador nos asegura que el vino es bueno Este sello lo que asegura es que el productor ha seguido una serie de procesos de producción y ha cumplido con las normas fitosanitarias que le exige la región en la que produce, esto asegura que el producto es apto para el consumo humano y que se ha cumplido dicha normativa. Esto índica que puede no gustarte, el vino no tiene la calidad que esperabas o para lo que lo estabas buscando.
14. Los sedimentos solo aparecen en vinos malos Los sedimentos, precipitaciones o vitartratos lo único que nos indican es que el vino no fue filtrado o muy poco filtrado. Hay muchos productores que no les gusta filtrar sus vinos ya que cada vez que se filtra un vino, se pierden aromas y color, de hecho, hay quienes afirman que esto desnaturaliza el vino.
15. Los vinos con tapa de rosca son malos Hasta hace no muchos años la presión que ejercía este tipo de tapón era muy baja, hoy en día, estos tapones superan en presión al corcho natural y son una buena opción para vinos jóvenes o con poca crianza ya que es cada vez más difícil encontrar corchos de buena calidad a buen precio en el mercado debido a la ley económica de la oferta y la demanda, hay muy pocos países productores de corcho, cada vez menos, sin embargo cada día hay más países que producen vino, además, muchos productores se aseguran así que sus vinos no son atacados con la enfermedad del corcho o TCA.
16. La cantidad de lágrimas que deja el vino en la copa es sinónimo de su calidad Lo único que nos indican estas “lágrimas” es el contenido de ácido glicérico o glicerol y su posible grado alcohólico y azúcar residual que pueda contener.
17. El vino blanco produce dolor de cabeza Es conocido que eso se debe al contenido de sulfitos en los vinos, hoy las dosis usadas son las mínimas, además los vinos blancos también los contienen, hoy en día las botellas deben indicar el contenido de los sulfitos, incluso en varios idiomas si son para exportación según leyes internacionales, o simplemente eres alérgico a los sulfitos, otra teoría puede ser que en un día caluroso con un vino blanco fresquito y si tu eres de “trago largo”, ya sabes a que me refiero, ¿No?
18. El vino tinto se bebe a temperatura ambiente Esto quiere decir que, ¿Es igual la estación del año en la que estés? y ¿En qué parte del planeta? o ¿Solo sirve para algunos países? Claro que no, esta afirmación es falsa, cada vino debe beberse a una temperatura adecuada según sea su tipo, existen parámetros de temperatura para los vinos según su clase. En el caso de los tintos, podrán beberse entre 10º y 18ºc.
19. Voy a guardar este vino crianza, en unos años será un reserva Eso jamás ocurrirá amigo, bébete el vino antes que se eche a perder, la denominación tipificada como vino de crianza, reserva o gran reserva solo la otorga el consejo regulador o la entidad regidora de las normativas alimentarias de la región según sea el caso, incluso dentro de un mismo país o región productora, pueden exigir distintos tiempos de tiempo de guarda para denominárlos según se de el caso.
20. El champagne mientras más frío, mejor Esta creencia es más habitual de lo que creemos, una cosa es como una persona esté acostumbrada a beberlo y otra muy diferente cual es la temperatura optima de servicio para este vino, recuerda que a partir de los 5ºc a menos, los líquidos pierden sus cualidades organolépticas y las papilas gustativas se cierran, evitando así que aprecies las bondades de las bebidas, además, esto “mata” la burbuja y puede cambiar la estructura del líquido, eso sí no se rompe la botella antes por tanto frío.
Como estas, existen otras tantas falsas creencias que no hacen más que confundir a los que quieren iniciarse en el mundo del vino, ya sabes, si conoces a alguien que dice algunas de estas frases, apréndete la lección y demuéstrale con fundamentos que sus teorías son refutables.